jueves, 30 de diciembre de 2010

Extraño aquellas veces

 

Extraño aquellas veces en que podíamos reír. Todas aquellas mañanas soñando que nunca acabaría. Rememorando cada sentimiento, evocando imágenes inconclusas, que me hicieron lagrimear mas de una vez.

Extraño sentir este corazón emocionado, esta cabeza llena de ideas, moviendo cielo y tierra por relucir una sonrisa, enterrando ideas terroristas y recetando alegría en el desayuno.

Extraño romper a llorar y tener que vivir, un motivo, una razón, un sentido, una pequeña esperanza.

Ahora todo esta oscuro y nadie levanta un dedo, ahora todo es frio y nadie lo calienta, en estos instantes un fosforo encendido es una hoguera, una luz es el sol, un salida es imposible.

Ahora no es no puedo, ahora es no quiero.. Nostalgia no me abandones tu también, cuento contigo en cada segundo de hoy, y te prometo fidelidad, nostalgia toma mi mano, toca el cielo y el suelo conmigo, sé mi sombra, mi amiga, quédate y prométeme que no me dejarás.

Extraño aquellas veces en que podía separarme de ti y reír, ahora necesito de ti para vivir, Dios levántame, pero no te lleves mi nostalgia, ella es mía, me lo ha prometido.    

Extraño aquellas veces en que sentía el peso de la soledad, hoy ya no existe, tengo a mi nostalgia, ella no me deja.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Desesperada temàtica

Mi vida transcurrio tranquila, aquellos meses no pasaron en vano, pero necesitaba volver, tanta culpa corroìa mis sentidos, necesitaba oir los pensamientos de alguien mas.

Evoquè aquella mañana de invierno, junto a la chimenea, el vapor nos unia mas, lo recuerdas?, tu yacìas najo las mantas y yo te observaba àvido de observar tan solo un pequeño gesto, en tu mandibula, en tus pàrpados, obligado a no dormir.

Cada mañana era una aventura nueva, verdad?. Tu me sonreìas al desayunar, hablamos de infinitos temas al mismo tiempo, siempre tenìamos la lengua en movimiento, nunca te quejaste de mi facilidad en la oratoriay yo nunca encontre un defecto en tu vocabulario increiblemente extenso. Es que siempre estabamos desesperados por encontrarnos oyendonos uno al otro, era la señal de que estabamos ahì. y cuando uno callaba, nos mirabamos conuntamente para hecharnos a reir.

Puedo verte otra vez, recostada en mis brazos, pero no tenìas nada que decir, y yo buscaba con desesperaciòn un sonido, aunque monotono, un sonido de tus labios. Tu solo mirabas al vaciò, no respondias mis preguntas, y no reìas ante mis bromas.

Comencè a notar el cambio en tu rostro, ya no mirabas con amor, ya no sonreìas con ternura, chocabas contra todas las paredes que te obstruian el paso y no intentabas siquiera escalar un poco.
Me veo ahì, tirado en el piso, suplicandole al cielo que te devolviera la voz, y este me respondìa una y otra vez: Busca un tema, yo cuestionaba una vez mas: ¿cual?, el eco del viento emocionaba mis oìdos: el que le interese a ella, el que ella este buscando.

Desesperada temàtica, pensaba yo. Nunca hallè la forma de reavivar tus cuerdas vocales, y te quedaste callada, hasta no despertar màs, y yo continuè con tu misma rutina. Me quede mudo tambien, esperando que me sucediera lo que te paso a ti.

¿Pronto el amor muriò lo sabìas no?, tuve que darle la razòn a la razòn, nuestro matrimonio fue pura charla. Cuando esta cesò, tu y yo desaparecimos, el calor de la chimenea ya no calentaba nuestros sentios, y las sorpresas al llegar a casa ya no provocaba lo que dèbìa provocar.

¿Concuerdas conmigo en que fue culpa de ambos cierto?, fue nuestro ràpido renunciar lo que nos hizo
volver al principio. Y cuando el tema acabò, tu y yo nos soltamos de la mano y hechamos a andar lejos. Nuestras huellas no volvieron a cruzarse, te quedaste en silencio y yo tambien, siempre solos, siempre callados, no lo volvì a intentar, no volvì a hablar.